Reflexiones de peluquería...

by Fenix

Hace un par de semanas murió el papá de una amiga, esposa de otro amigo muy querido. El señor pasó por una agonía de alrededor de 4 meses, antes que nuestro señor lo llamara a su lado.

Por qué escribo acerca de esto? Pues creo que porque me hizo volver a pensar acerca del objetivo o razón de ser que como seres humanos tenemos en este mundo.

Nunca conocí al señor, pero su hija es de esas personas que te llenan de paz y alegría apenas la conoces, su viuda es igual (la conocí en el funeral) y supongo que en cierta medida el también fue una persona parecida.

Traté de acompañar a mis amigos lo más posible, en la medida de mis posibilidades y tuve la oportunidad de acompañarlos a la sepultura en el panteón. Esa ceremonia fue la que me dejó con un nudo en la garganta por las diferentes emociones que me provocó.

Parece que el señor durante su vida se desempeñó dentro del ramo del autotransporte, creo que transporte de pasajeros y de carga pesada. Cinco o seis tractores de trailer de Fletes Sotelo entraron al panteón en caravana como parte del cortejo. Frente al ataud la familia le cedió la palabra a una persona que supongo trabajaba en los Fletes Sotelo o alguna otra empresa similar. Su discurso, sin ser muy emotivo o elocuente en ninguna forma, además de remarcar las virtudes del papá de mi amiga, lo definió como pionero en el trabajo de autotransportes dentro del estado y al terminar su discurso hizo una señal a los choferes que se encontraban en los tractores de trailer, quienes enseguida presionaron el acelerador de sus unidades, haciendo rugir con fuerza los motores... hijo! Su familia rompió en llanto al escuchar ese homenaje y a mí en ese momento se me hizo un fuerte nudo en la garganta. Después habló uno de sus hijos y al terminar alguien volvió a hacer una seña a los choferes y en esta ocasión sonaron las cornetas de los camiones. La escena se volvió a llenar de emotividad y sentimiento una vez más.

Seguramente a todos nosotros nos llorará nuestra familia cuando nos vayamos de este mundo, pero cuántos motores o cuántas cornetas nos van a dar la despedida? Y qué tan fuerte van a sonar para que se sigan escuchando días o años después de que nos hayamos ido? De qué manera vamos a trascender como seres humanos? Qué marca vamos a dejar en este mundo fuera de nuestro círculo familiar? Nos interesa siquiera dejar alguna huella?

La verdad desde este punto no sé cómo expresar correctamente mi sentir, pero hace tiempo que pienso que vivimos en un mundo que se encuentra en una dinámica que no ha cambiado realmente a lo largo de los tiempos, aunque como cristiano sé que Dios, a través de Jesucristo nos ha dado los medios para hacer la diferencia. Sin embargo ni la política, la economía o la convivencia social se han realmente transformado con el paso de los siglos, porque como seres humanos seguimos teniendo los mismos defectos, temores, prejuicios, virtudes y motivaciones. Así que... hagamos lo que hagamos, nuestros esfuerzos van a terminar lubricando los engranajes de la maquinaria de la dinámica actual. Puedo ser el mejor profesionista, con la mejor ética, las mejores ideas o lo que sea, pero tarde o temprano este esfuerzo va a formar parte del sistema capitalista que gobierna al mundo (y hace siglos del feudal, esclavista, etc, etc). Igual en la política o en la sociedad... Como dije, no sé si me explico, pero ahora con mis hijos pienso mucho "qué debo hacer con ellos?" "para qué los debo preparar?" "Debo hacer de ellos los mejores hombres que puedan ser, hacerlos capaces de explotar al máximo sus capacidades" y luego pienso, para qué? y me los imagino caminando irremediablemente hacia un gran horno, que es a fin de cuentas este mundo... todos terminamos formando parte del mundo y consumidos por él en alguna u otra forma. Algunos de muy buena forma y otros de la peor forma...

Entonces quiero pensar que debe haber un fin que tenemos que cumplir aquí... no me satisface pensar que el premio está sólo en el paraíso y en la vida eterna que sigue a esta vida... debe haber algo aquí...! por qué Dios nos puso en esta tierra y ha escondido en el arte, la ciencia y los oficios tantas cosas maravillosas que como seres humanos hemos desarrollado? Ya sé que nunca voy a comprender lo que Dios planea y cuando muera va a dejar de tener importancia.

Pero bueno, después de esta reflexión de peluquería y filosofía barata, sólo he podido concluir que la mejor marca que un hombre puede dejar, cuando se vaya, es el rugir truenos, motores, cornetas, tambores o lo que sea, con una gran intensidad, para que se oigan tan lejos y por tanto tiempo como el esfuerzo y la pasión que mostraron cuando vivieron.

Ah!!! y cuando me muera no quiero solemnidades ni nada de eso, me entierran o esparcen mis cenizas a ritmo de rock, riéndose de las tonterías que hice en vida y agradeciendo el tiempo que Dios y la vida nos dejaron compartir. Me despiden como me gustó vivir! Eso sí, al final encomiendan mi alma a Dios, ok?

Bueno, bye!
Fenix

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